El grado de seguridad recomendado por la policía.
La pesadilla para cualquier ladrón: unas ventanas y puertas del todo seguras.
La tendencia es alarmante: el número de allanamientos de morada aumenta. Sucede casi cada minuto y los daños son considerables, no solo los materiales sino también y, sobre todo, los morales. Ya que
muchas víctimas de robo ya no se sienten seguras en su propio hogar. Esta debería ser una razón suficiente para protegerse de forma óptima con un dispositivo anti-efracción moderno.
Cómo actúan los ladrones
Robo en pocos segundos.
En casi un 80% de los robos, el delincuente accede a la vivienda apalancando una ventana o una puerta. Esta operación sólo dura unos pocos segundos si los herrajes de seguridad no son robustos. Tan sólo con una ventanas y puertas con una elevada clase de resistencia podrá impedir que el ladrón acceda a la vivienda, ya que será casi imposible apalancarlas o necesitará demasiado tiempo.
La clase de resistencia adecuada
La clase de resistencia adecuada:
cada minuto cuenta.
Una protección anti-efracción eficaz siempre persigue el objetivo de robarle tiempo al ladrón. Pues tras 2 ó 3 minutos, casi todos los delincuentes abortan el intento de robo, ya que el riesgo de ser descubierto aumenta con cada otra maniobra. Por eso, la clase de resistencia es la que determina cuánto tiempo aguantará la ventana o la puerta los diferentes ataques y herramientas.
Normas de comportamiento preventivas
Dé la impresión de que hay alguien en casa.
También un comportamiento inteligente contribuye a su seguridad. Pida, por ejemplo, a los vecinos que vacíen su buzón durante sus vacaciones y que levanten sus persianas por las mañanas. Así se dará la impresión de que la casa está habitada. Las pérgolas, los muebles de jardín y los contenedores de basura se deberían colocar y asegurar de tal manera que no puedan ser utilizados como dispositivo de ayuda para acceder a la vivienda.
Soluciones para el reequipamiento
Reequipamiento sencillo de sus ventanas.
Con SIEGENIA podrá equipar sin problemas sus ventanas ya montadas con tecnología de última generación, instalando a posteriori un dispositivo anti-efracción eficaz o importantes funciones de confort. Y todo ello sin modificar el diseño de la ventana con antiestéticos "productos atornillables".
Para ello, el especialista desengancha brevemente la ventana para sustituir sin complicaciones y en obra la anticuada técnica de herrajes de su ventana por modernos bulones seta confort y piezas de marco de acero. Ya que, dispuestos alrededor de la ventana, éstos se agarran durante el cierre de tal manera que casi es imposible un apalancamiento de la ventana.